Viajar, ya sea por aire, tierra o mar, implica enfrentarse a una situación común para muchos: esperar en el carrusel de equipaje, viendo desfilar maletas que se parecen demasiado a la tuya. Esa frustrante sensación de no saber si es tu maleta la que ves pasar puede alargarse hasta que al fin, tras unos momentos de duda, te das cuenta de que has identificado correctamente tu equipaje.
Para evitar estas incómodas situaciones y hacer que tu maleta sea única y fácilmente reconocible, existen diversas opciones de personalización que no solo te ahorrarán tiempo, sino que también te permitirán darle un toque personal a tu equipaje. A continuación, te mostramos las principales formas de personalizar una maleta.
1. Elige una maleta de otro color
Una de las maneras más sencillas y efectivas de hacer que tu maleta destaque es escogerla en un color diferente al habitual negro o azul marino, los cuales son los tonos más comunes entre los viajeros. Aunque estas tonalidades son elegidas con frecuencia por su capacidad para disimular el desgaste, existen otras alternativas que combinan elegancia con originalidad.
a) Colores oscuros pero diferenciados
Si prefieres un estilo más sobrio y profesional, hay opciones que pueden satisfacer ambas necesidades: maletas en burdeos, verde oscuro, morado o gris. Estos colores no solo mantienen un aspecto discreto y serio, sino que también permiten que tu maleta se diferencie lo suficiente como para que puedas identificarla rápidamente en el aeropuerto o en la estación de tren.
b) Colores brillantes o tonos pastel
Para quienes no temen destacar, elegir colores más vivos es una excelente opción. Maletas en tonos pastel como el azul cielo o el rosa pálido no solo llaman la atención, sino que también mantienen un aire sofisticado. Si prefieres los colores brillantes, pero no quieres optar por el clásico rojo, puedes buscar maletas en colores tierra como el beige o marrón, los cuales están en tendencia y combinan a la perfección con cualquier estilo de moda.